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Invierte tu tiempo


Imagínate que existe un banco que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de $ 86.400 . No arrastra tu saldo día a día. Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día
¿Que harías? Retirar hasta el último centavo,... ¡¡¡por supuesto!!!
Cada uno de nosotros tiene ese banco. Su nombre es tiempo. Cada mañana este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche este banco borra y da como pérdida cualquier cantidad de ese crédito que no has invertido en un buen propósito.
Este banco no arrastra saldos ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina los saldos del día.
Si no usas tus depósitos del día la pérdida es tuya. No se puede dar marcha atrás. No existen los giros a cuenta del depósito de mañana.
Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy. Invierte de tal manera que puedas conseguir lo mejor en salud, felicidad, éxito. El reloj sigue su marcha. Consigue lo máximo del día.
Para entender el valor de un año, pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios. Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que dio a luz a un bebé prematuro. Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario.
Para entender el valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan para encontrarse. Para entender el valor de un minuto, pregúntale a una persona que perdió el tren. Para entender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que por un pelo evitó un accidente.
Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale a una persona que ganó una medalla de plata en las olimpíadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más si lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo. Recuerda que el tiempo no espera por nadie.
Esta semana estuve,  con una serie de inconvenientes, y hoy mas que nunca puedo decir que hay que aprovechar nuestro tiempo disfrutarlo cada segundo sin excusas todo lo malo pasa, y hay que centrarse en soluciones en felicidad, realmente tratar de atrapar un momento malo haciéndolo eterno tiene poco y nada de sentido.

Es mejor transformar esa dificultad en un nuevo desafió y disfrutarlo, existen infinidad de cosas para estar tristes y sentirnos mal, pero también existen una infinidad de cosas para hacernos sentir felices, solo tu eliges en cuales te centras y como quieres que tu vida sea.

Esto parece un mentira pero es completamente real, lo digo por mis experiencias, y también por lo que observo, veo gente que tiene muchísimas carencias pero son felices porque ellos han decidido que sea así, podrían sumarle a lo malo que hay en sus vidas pero en lugar de eso han decidido sumarle a lo que realmente alimenta su alma y les da felicidad.

Imagina que dentro tuyo viven dos leones, ambos tienen el potencial de ser fuertes y dominantes, de ser los reyes de tu jungla interior, uno se llama melancolía, y el otro alegría, constantemente están en conflicto por ver quien es mas fuerte y cual sera el alfa, el dominante, cual dominara los prados de tu vida, ¿Sabes cual ganara? pues si aun no lo has descubierto, te lo diré, gana el que tu alimentes.

Me gustaría mucho, que dejes tu comentario, sugerencia u opinión, si bien estoy escribiendo y compartiendo esto porque me gusta mucho hacerlo, seria bueno saber que piensas y que estas ahí leyéndolo, que no es algo que solo es para mi, un abrazo.

El secreto de la felicidad


Había un rey muy triste que tenía un sirviente, que era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.

Un día el rey curioso por la alegría de su paje lo increpo y le dijo

-¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad? respondió el paje
¿Cuál es el secreto de tu alegría?
-No hay ningún secreto, Alteza.
-No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.
-No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué está siempre alegre y feliz? ¿eh? ¿por qué?
-Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿cómo no estar feliz?
-Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey-.. Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.
-Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero no hay nada que yo esté ocultando...
-Vete, ¡vete antes de que llame al verdugo!
El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación.. El rey estaba como loco. No consiguió explicarse cómo el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y ,alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.
-¿Por qué él es feliz?
-Ah, Majestad, lo que sucede es que él está fuera del círculo.
-¿Fuera del círculo?
-Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
-No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz
-Así es.
-¿Y cómo salió?
-¡Nunca entró!
-¿Qué círculo es ese?
-El círculo del 99.
-Verdaderamente, no te entiendo nada -dijo el Rey-.
-La única manera para que entiendas, sería mostrártelo en los hechos.
-¿Cómo?
-Haciendo entrar a tu paje en el círculo.
-Eso, ¡obliguémoslo a entrar!
-No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
-Entonces habrá que engañarlo.
-No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, él entrará solo en el círculo.
-¿Pero él no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
-Si, se dará cuenta.
-Entonces no entrará.
-No lo podrá evitar.
-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en él y no podrá salir?
-Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la estructura del círculo?
-Sí Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. 99!
-¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?
-Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía: "Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes a nadie como lo encontraste".
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde detrás de unas matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados de la puerta y entró a su hogar.
El rey y el sabio se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente ingresó presuroso a su hogar y con su brazo arrojó al piso todo lo que había sobre la mesa, dejando sólo la vela. Se sentó y vació el contenido de la bolsa... Sus ojos no podían creer lo que veían. ¡Era una montaña de monedas de oro! El, que nunca había tocado una de estas monedas, tenia hoy una montaña de ellas. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar a la luz de la vela, las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis.... y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60....hasta que formó la última pila: ¡9 monedas!
Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. «No puede ser», pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.
-Me robaron -gritó- ¡me robaron!
Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro "sólo 99". -99 monedas es mucho dinero- pensó. Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo -pensaba- Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico.
Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. «Doce años es mucho tiempo», pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo!
Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender... vender... vender...
Estaba haciendo calor. ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien. El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99...
Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa, nada me pasa.
-Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

Todos nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología: Siempre nos falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, la felicidad deberá esperar a completar lo que falta... Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la vida.

Pero qué pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de más redondo cien que noventa y nueve, que todo es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual... ¿Cuántas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están?

El único secreto de la felicidad, es simplemente tener la actitud de serlo, disfrutar de la vida con lo que nos ofrece disfrutar con lo que nos falta.

Los aduladores




Un cuervo un buen día encontró un gran trozo de queso, y se subió a un árbol para poder comerlo con tranquilidad, sin que nadie lo molestara.
Atraído por el olor del queso un zorro se acerco al árbol y al divisar al cuervo comenzó su discurso de la siguiente manera:
-Buenos días señor cuervo, que afortunado encontrarte, hace mucho que escucho hablar de tu porte y gallardía, pero ciertamente todos los escuchado no hace honor a tu hermosa presencia, eres muy superior a todo lo que había escuchado, me habían dicho que eras negro, pero imagine un negro opaco y no un negro brillante y azulado, sin duda el mas elegante de todos los colores. 
Aparte de esas poderosas garras sin duda, un gran dote para un ave de tu tamaño, escuche que tenias un canto hermoso, y realmente luego de verte y embelesar mi ojos, solo podría hacerme mas feliz endulzar mis oídos con tu dulce canto.
Entonces lleno de orgullo y el cuervo abrió el pico para comenzar a cantar y dejo caer el queso, el zorro con gran agilidad tomo el gran trozo de queso, que astutamente consiguió y salio huyendo.

Es importante conocerse y valorarse en justa medida, ser consientes de nuestras limitaciones y de nuestras fortalezas, de ese modo si alguien nos halaga en forma desmedida lo sabremos, nos daremos cuenta de su mentira, y quizás si lo que busca es un engaño podremos estar prevenidos.

Por otro lado en contrapartida, si nos hacen una critica desmedida, también es bueno saber quienes somos y estar consientes, ya que hay gente que maliciosamente puede intentar dañar nuestra estima y felicidad a través de criticas proferidas con maldad.

En definitiva es sumamente importante que conozcas tu interior, esto te va a dar una gran ventaja siempre ser objetivos con nuestras fortalezas y debilidades nos ayuda a aprovechar mejor nuestras habilidades, a evitar errores en las partes que somos deficientes, si eres alguien que se conoce a si mismo, tienes mayores ventajas ya que sabrás sacar provecho en donde destacas y pedir ayuda en donde la necesites. 

Difícilmente seas victima de la vana adulación o la critica destructiva.

Si te gusto deja tu comentario o sugerencia para retroalimentarnos.

La felicidad.


Cierto día un empresario muy acaudalado al caminar por la playa se encontró temprano en la mañana con un pescador que en forma relajada jugaba con unos niños cerca de su bote.

El empresario viendo que aun era muy temprano se acerca al pescador y lo intimo.

- ¿Porqué no estás pescando? – le preguntó el empresario
- Por que ya he atrapado suficientes peces para el día, (dijo el pescador).
- Pero aun es temprano y podrías atrapar muchos mas.
- ¿Y para que haría eso?
- Porque podrías ganar mas dinero hoy (fue la respuesta del empresario). Y si lo ahorras comprar un motor para tu bote e ir a aguas más profundas y atrapar más peces. Entonces tendrías suficiente dinero para comprar redes de nylon. Éstas te traerían más peces y más dinero. Pronto podrías tener suficiente dinero para tener dos botes, quizás incluso una flotilla de botes. Entonces serías un hombre rico como yo.
- ¿Y entonces qué haría?, (preguntó el pescador).
- Entonces podrías disfrutar la vida realmente.
- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este momento?, (respondió el pescador)
Este pequeño cuento deja varias reflexiones, la mas importante es que puedes ser feliz y disfrutar de la vida sin ser rico, pero por supuesto teniendo las necesidades cubiertas, el pescador ya tenia su día hecho.

El dinero no compra la felicidad, pero la carencia total de dinero tampoco te dará la felicidad. Siempre nos dicen hay que ser feliz con lo que tienes, tienes que disfrutar de lo que tienes, pero aun mas profundo es disfrutar aun con lo que no tienes.

Hay mucha gente que se dice voy a ser feliz cuando tenga dinero, voy a ser feliz cuando tenga auto, voy a ser cuando...., para ser verdaderamente feliz solo necesitas disfrutar, siempre he dicho que ser feliz es una actitud, uno elije ser feliz cada día, porque tu interiormente has decidido ser feliz. Si haces retrospectiva te darás cuenta que en tu vida has pasado momentos felices con mucho y con poco, y que lo único que constante en esas situaciones es que tu te permitiste disfrutar, por eso, deja de lado toda excusa y simplemente se feliz cada día, con lo que tienes y con lo que te falta, pero nunca dejes que la felicidad falte porque la felicidad es gratis y esta en que tu quieras disfrutarla.

¿Y tu? ¿Que opinas de este cuento?




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Día del amigo.


Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera en una tormenta. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. 
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…) 
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. 
En una curva del camino divisaron un portón magnífico, todo de mármol que conducía a una plaza pavimentada con bloques de oro, en el centro de ella había una fuente de donde emanaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada. 
- Buen día, dice él. 
- Buen día, respondió el hombre 
- ¿Qué lugar es este tan lindo?, preguntó. 
- Esto es el Cielo – fue la respuesta. 
- ¡Qué bueno que llegamos al Cielo! Estamos con mucha sed – dijo el hombre. 
- Puede entrar a beber agua cuando quiera – dijo el guardia, indicando la fuente. 
- Mi caballo y mi perro también están sedientos. 
- Lo lamento – dijo el guarda. Aquí no se permite la entrada de animales. 
El hombre quedó desconcertado, pues su sed era grande. Pero él no estaba dispuesto a beber dejando a sus amigos con sed. Así que prosiguió su camino. 
Después de mucho caminar cerro arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba señalada por una puerta vieja semi-abierta. La puerta conducía a un camino de tierra, con árboles a ambos lados haciendo sombra. A la sombra de uno de los árboles había un hombre acostado. 
- Buen día – dijo el caminante. 
- Buen día – dijo el hombre. 
- Estamos con mucha sed yo, mi caballo y mi perro. 
- Hay una fuente entre aquellas piedras – dijo el hombre. Pueden beber cuanto quieran. 
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed. 
- Muchas gracias – dijo al salir. 
- Vuelvan cuando quieran – dijo el hombre. 
- A propósito – dijo el caminante, ¿cuál es el nombre de este lugar? 
- El Cielo – respondió el hombre. 
- ¿Cielo? Pero si el hombre de la garita de más abajo, al lado del portón de mármol, dijo que ese era el Cielo. 
- Aquello no es el Cielo, eso es el Infierno. 
- Pero entonces, dijo el caminante, esa información falsa debe causar grandes confusiones. 
- De ninguna manera, respondió el hombre. En realidad, ellos nos hacen un gran favor porque allá quedan las personas que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.
Feliz día del amigo.

Dar vida a la vida





En un lejano paraje de sol y de paz, se hallaba un escritor de nombre Cronom que vivía junto a un pequeño poblado de pescadores. Su vida era tranquila y de todos era conocido que gozaba del respeto y la estima de las personas que lo conocían.
Cronom, amante de los silencios y de la contemplación de la naturaleza, todas las mañanas solía caminar al alba por la orilla del mar, observando el disco solar que pleno de vida y fuerza le enviaba las más bellas inspiraciones. 
Sucedió que un día, aparentemente como todos, encontrándose paseando por aquella desierta playa, de pronto, divisó a una joven que, por sus movimientos, parecía estar bailando sobre la orilla. Poco a poco, conforme se fue acercando, comprobó que se trataba de una hermosa muchacha que recogía las estrellas de mar que hallaba en la arena y, las devolvía al océano con gracia y ligereza. 
-"¿Por qué hace eso?" Preguntó el escritor un tanto intrigado. 
-"¿No se da usted cuenta?" Replicó la joven. "Con este sol de verano, si las estrellas se quedan aquí en la playa, se secarán y morirán." 
El escritor no pudiendo reprimir una sonrisa, contestó:
-"Joven, existen miles de kilómetros de costa y centenares de miles de estrellas de mar... ¿Qué consigue con eso? Usted sólo devuelve unas pocas al océano" 
La joven tomando otra estrella en su mano y mirándola fijamente, dijo:
"Tal vez, pero ésta... ésta ya no va a morir..." y la lanzó al mar. Al instante le dedicó una amplia sonrisa y siguió su camino. 
Aquella noche, el escritor no pudo dormir... Finalmente cuando llegó el alba, salió de su casa, buscó a la joven a lo largo de aquella playa dorada, se reunió con ella y, sin decir palabra, comenzó a recoger estrellas y devolverlas al mar.

Este hermoso cuento me dio una gran enseñanza, y me enseño a ver el valor y las importancias de las pequeñas acciones, quizás no te des cuenta, pero grandes cambios han sucedido en la historia por hechos que no parecían en su momento tan trascendentales.

Si algo es importante para ti nunca dejes de hacerlo cada acción tiene consecuencias, y con cada acto transformas tu vida. Incluso puedes cambiar muchas vidas con tus acciones por eso se coherente con lo que crees, no te adaptes, y sigue actuando según tus valores.

Un ejemplo de esto es por ejemplo Rosa Parks una simple costurera de color, quien en 1955 subió a un colectivo se sentó en un asiento para blancos y por no ceder su asiento a un blanco fue apresada y golpeada, desencadenando una serie de sucesos que termino dando igualdad de derechos a las personas de color en Estados Unidos.

Algo parecido sucedió con Gandhi, y así con muchos sucesos mas en la historia donde una pequeña acción a cambiado el curso de la historia, por eso nunca dejes de lado tus convicciones y valores siempre actúa según lo que consideres justo.


La respuesta esta en tus manos.



En una ciudad de Grecia vivía un sabio famoso por tener la respuesta para todas las preguntas. 

Un día un adolescente, conversando con un amigo, dijo: 
- Creo que sé cómo engañar al sabio. Voy a llevarle un pájaro que sujetaré en la mano, y le preguntaré si está vivo o muerto. Si dice que está vivo, lo apretaré y una vez muerto lo dejaré caer al suelo; si dice que está muerto abriré la mano y lo dejaré volar. 
El joven llegó hasta el sabio y le hizo la pregunta: 
- Sabio, el pájaro que tengo en la mano, ¿Está vivo o muerto? 
El sabio miró fijo al joven y le dijo: 
- Muchacho, la respuesta está en tus manos

Simplemente muchas veces nos sentimos desorientados y preguntamos buscando respuestas para nuestra vida, cuando la verdadera respuesta esta en nosotros, es necesario que nos preguntemos sinceramente que queremos, que busquemos dentro nuestro, la respuesta.

Que nos apasiona, que es lo que en realidad queremos hacer cada día de nuestras vidas simplemente porque nos encanta, porque nos complace hacerlo, la única forma de mantener la constancia, la disciplina y la energía para cada día, darle fuerza a nuestros deseos es porque ese deseo es lo que realmente en nuestro interior queremos. Es completamente distinto a los que nos dijeron que deberíamos ser, pero es lo que debemos ser, cumple tus sueños se feliz.

Hoy por ti mañana por mi.


Cierto día el ratón de la granja entro en la casa del campesino, para ver al granjero y a su esposa abrir un paquete, y sacar una ratonera. Conmocionado el ratón regreso al granero, y comenzó a advertir a todos:
-“Hay una ratonera en la casa! Hay una ratonera en la casa!”
La gallina cabeceó y rascó el suelo, levantó la cabeza y dijo: “Sr. Ratón, entiendo que esto pueda ser muy grave para usted, pero no tiene consecuencias para mí. Eso no me molesta.”
El ratón se volvió hacia el cerdo, y le dijo: “Hay una ratonera en la casa…”
El cerdo sintió lástima, pero dijo: “Lo siento mucho en verdad, Sr. Ratón, pero no hay nada que pueda hacer más que rezar. Esté seguro de que rezaré por usted.”
El ratón miró a la vaca y la vaca dijo: “Caramba, Sr. Ratón. Qué pena por usted, pero no me afecta.”
Así, el Sr. Ratón regresó a la casa, rechazado y triste, para enfrentarse él solo a la ratonera del granjero.
Esa misma noche, se escuchó un fuerte ruido a través de la casa….como el sonido de una ratonera atrapando a su presa…
La esposa del granjero corrió a ver que había pasado…y en la oscuridad, no pudo ver que era la cola de una serpiente venenosa lo que había caído en la trampa. La serpiente mordió a la esposa del granjero. El granjero la llevó de inmediato al hospital, en donde la atendieron y la dieron de alta, aunque con una tremenda fiebre.
Para ayudar a su esposa a superar la fiebre, el granjero decidió hacer un buen caldo de pollo, por lo que tomó su hacha y salió a buscar el ingrediente principal.
Al día siguiente, como su esposa no se alivió, los amigos y vecinos vinieron a cuidarla durante varios días. Para alimentarlos, el granjero tuvo que cocinar al cerdo.
La esposa del granjero no se alivió, y tristemente, murió. Mucha gente fue a su funeral. El granjero entonces sacrificó a la vaca, para así tener suficiente carne para darles de comer a todos ellos.
Moraleja: La próxima vez que escuches que alguien enfrenta un problema, y pienses que no sea de tu incumbencia, recuerda: cuando algo amenaza a uno de nosotros, todos estamos en riesgo.

Muchas veces en la actualidad, siento que hay una gran indiferencia hacia el resto, nos acostumbramos a dar vuelta la cara para ni siquiera ver, a quien necesita nuestra ayuda y de ese modo ni siquiera sentir culpa, pero... lo cierto es que en nuestra conciencia sabemos lo que hacemos


Puedo decirte con total seguridad que cada vez que he ayudado a alguien la vida me devuelve el favor inmediatamente, en el profundo bienestar que siento de saber que lo que pude hacer lo hice, el nivel de gratificación que me provoca, me ayuda a llevar adelante mi día con un mejor animo y por ende obtener mejores resultados en toda actividad que encare en el día.


Si te gusto deja tu comentario o sugerencia.

El elefante atado

 

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. Me llamaba poderosamente la atención, el elefante. Después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.
¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando era chico, pregunte a los grandes. Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces, la pregunta obvia:
- Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca.
Hace algunos años descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta: “El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.”
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro…
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque
¡Cree que no puede!
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo. Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.
Y tú, ¿tienes algo de elefante?
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que “no podemos” hacer un montón de cosas simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: no puedo, no puedo y nunca podré.
Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar ni cuestionar. Esto es lo que nos pasa, vivimos condicionados por el recuerdo de una persona que ya no existe en nosotros, que no pudo. Tu única manera de saber si PUEDES es intentarlo poniendo en ello TODO TU CORAZON!.
autor: Jorge Bucay
Hace un tiempo atrás mi mujer me dijo y con toda razón "Acostumbrarse es  otra forma de morir", si cada día resignamos nuestro sentir, entregamos nuestros valores, dejamos de lado nuestra moral, y progresivamente vamos cediendo en todo lo que conforma nuestra persona, estamos definitivamente muriendo.

Estamos dejando de respetar, quienes somos para dar paso a designios ajenos, es por eso que vale mas revelarse contra la injusticia, contra la violencia, contra lo que con una mascara de derechos no es mas que un libertinaje. Si cada vez que recortan tu derecho, que exigen algo injusto, tu lo haces sin meditar estas colaborando a que cada día y en forma mas despiadada sigan estrechando mas tu libertad.

Que hubiera pasado si Mándela, Gandhi y tantos otros simplemente se hubieran acostumbrado a lo que pasaba, sin dudas el mundo de hoy seria diferente. Nunca dejes de defender una causa justa nunca apoyes ni con tu obra ni con tu omisión actos de injusticia, como diria Gandhi "Se tu el cambio que quieres ver en el mundo". 


Espero que les haya gustado esta historia y dejen sus comentarios y sugerencias. 

Persevera y triunfaras


Dos ranas encontraron un cubo lleno de leche y, guiadas por la curiosidad, se acercaron tanto al borde que acabaron cayendo dentro. Desesperadas, intentaron salir para no morir ahogadas, pero siempre terminaban resbalándose. Una de ellas dijo entonces a la otra, después de varios intentos fallidos:
—¡Vamos, nada deprisa, y no dejes de mover las patas, o te hundirás!
Durante un tiempo nadaron con fuerza, hasta que la otra rana, cansada del esfuerzo, empezó a dar muestras de debilidad, quejándose y lamentándose. Su compañera, sin embargo, seguía animándola para que no dejara de nadar. Al cabo de un tiempo más, la rana con menos voluntad volvió a quejarse:
—No puedo más. Estoy muy cansada. No resisto tanto esfuerzo. Creo que me voy a hundir.
A pesar de las palabras de ánimo de su compañera, la rana más débil dejó de mover sus patas, y se hundió, ahogándose. La otra, al ver que se había quedado sola, continuó en su esfuerzo, a pesar del cansancio que sentía.
Transcurrió así algún tiempo más, y la rana estaba a punto de desfallecer cuando se dio cuenta de que la leche empezaba a espesarse: batida por el movimiento de sus patas, se había convertido en nata. Al darse cuenta de esto, la rana pudo, al fin, terminar su esfuerzo denodado, sin peligro de morir ahogada.
Y algo más: atraídas por la nata, acudieron muchas moscas, con las cuales la rana se dio un auténtico festín.
Hay veces que podemos sentir que no tiene sentido seguir luchando y tratando, pero recuerda que nunca se alcanza un verdadero éxito sin un esfuerzo, las cosas no suceden porque si, suceden porque tu haces que sucedan. Todo esfuerzo recibe su recompensa, siempre da lo mejor, siempre supérate, y veraz como con el tiempo la constancia y el empeños dan sus resultados.

Tu eres el responsable de tu vida, el dueño de tu presente, el hacedor de futuro y el responsable de tu pasado. Es hoy donde debes actuar, el presente donde vives, haz tu esfuerzo y crearas un mejor futuro, haz tu esfuerzo y tendrás un buen pasado, tus acciones crean tu vida. 

Si quieres saber porque estas donde estas mira hacia al pasado ve lo que hiciste, analiza tu historia y veraz que nada sucede por casualidad todo es causa de tus acciones, es pura causalidad y consecuencia de tus acciones.

Uno de los primeros pasos para obtener resultados y superarte en tu camino al exito es entender que tu eres el responsable de tu vida, nadie va a hacer las cosas por ti, tu tienes el poder de hacer tu futuro úsalo sabiamente.

Espero que les haya gustado esta historia y dejen sus comentarios y sugerencias. 

Un mensaje positivo


Hace mucho tiempo existía un rey, que un día soñó que había perdido todos sus dientes.

Muy preocupado después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su

sueño.
- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.
- ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:
- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada.
El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa.
Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
"El hombre ha recibido el don de la palabra... y cuando la emplea adecuadamente transmite mensajes que nos ayudan a ser mejores. "
Autor Desconocido
.
Hace poco escribí algo sobre dar mensajes en forma positiva, básicamente esta historia habla de lo mismo, el modo en el cual usamos la comunicación y transmitimos el mensaje es fundamental.

El impacto que producirá nuestro mensaje sera diferente según el lenguaje que usemos, una persona que sabe comunicarse obtiene mejores resultados, es importante prestar atención a la manera en que emitimos y declaramos nuestros mensajes, las palabras, nuestro tono de voz, la postura del cuerpo todo comunica y es muy importante que entiendas y seas consientes de que quieres comunicar, y que estas comunicando en realidad.

Ten en cuenta que los buenos modales son como el 0 en aritmética: Acaso no representen mucho por si solos, pero pueden aumentar considerablemente el valor de todo lo demás.

Puedo decir por propia experiencia la importancia que el saber usar el don de la palabra correctamente, yo intento mejorar constantemente en esto ya que ese no es justamente mi don mas desarrollado ;).

Espero que les haya gustado esta historia y no olviden dejar sus comentarios y sugerencias. 

El bambú japones






El bambú Japonés es una planta originaria de China y Japón. Sus hojas son de color verde claro de 15 centímetros de largo por 2 de ancho.

La semilla del bambú se siembra, se abona y se riega con agua constantemente.

Esta planta no es apta para personas impacientes.
Después de sembrarse no pasa nada en los primeros años.
En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador sin experiencia estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Si en algún punto el agricultor deja de darle los cuidados necesarios, el bambú muere, necesita de un arduo y continuo cuidado, mucho riego, mucho tiempo y esfuerzo para finalmente ver los resultados.
No obstante, en el séptimo año, en un periodo de sólo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros.
¿Tarda sólo seis semanas en crecer?
No, en realidad, se toma siete años para crecer y seis semanas para desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces que le permiten sostener el crecimiento del séptimo año.

Esta breve historia nos enseña muchas lecciones importantes para aplicar a nuestra vida, primero que nada hay que saber que se quiere lograr, y luego saber el camino. en el ejemplo de la historia es saber que quiero producir bambú y debo saber seleccionar las semillas, sembrarlas y cuidarlas, para llegar al resultado final.


En la vida sucede lo mismo casi con todo lo que decidamos emprender, primero debemos decidir que queremos, luego debemos seleccionar cuidadosamente las acciones que son necesarias para llegar a nuestra meta, seguidamente con nuestro camino ya decidido, prepararnos para recorrer ese camino, definir que necesitamos, y finalmente empezar el recorrido que nos llevara a nuestra meta.

Es importante que aunque no veamos los resultados, saber que nuestra estrategia y nuestro esfuerzo nos guiaran a ese objetivo que deseamos, nunca perder de vista ese objetivo, porque si dejamos de verlo, todo lo que hacemos para lograrlo pierde sentido, es como ir a la nada, pero con la meta clara sabemos que debemos seguir, porque aunque parezca que no avanzamos, interiormente sabemos que nuestras raíces están creciendo para poder sostener ese gran bambú que sembramos.

No te des por vencido persigue tus sueños, haz el esfuerzo y la recompensa llegara, tu sigue adelante.

En todos las empresas en las que me embarcado en mi vida siempre estuvieron esas etapas siempre hubo momentos donde las cosas no salían y parecían carecer de sentido las acciones que realizaba, pero solo el hecho de perseverar con paciencia y optimismo siempre me dio los resultados con mas o menos esfuerzo, si no abandonas la marcha si sigues adelante alcanzaras tu sueños. El esfuerzo da recompensas, la constancia los frutos.

Espero que les haya gustado esta historia y no olviden dejar sus comentarios y sugerencias.

El hachero


Había una vez un hachero que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aun; así que el hachero se decidió a hacer buen papel.

El primer día se presentó al capataz , quien le dio un hacha y le designó una zona.

El hombre entusiasmado salió al bosque a talar, y en un solo día cortó 18 árboles.

Te felicito , le dijo el capataz , sigue así.
Animado por las palabras del capataz , el hachero se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente; así que esa noche, se acostó bien temprano.
A la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque. Pero a pesar de todo el empeño, no consiguió cortar mas que 15 árboles.
Me debo haber cansado- pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer se levantó y decidió batir su marca de 18 árboles. Sin embargo ese día, no llego ni a la mitad.
Al día siguiente fueron 7 , luego 5 y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol.
Inquieto por el pensamiento del capataz , el hachero se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a asegurarle y jurarle que se esforzaba al limite de desfallecer.
El capataz le preguntó:
-¿Cuándo afilaste tu hacha la ultima vez ?
- ¿afilar?
- No tuve tiempo de afilar , estuve muy ocupado cortando árboles.
Cuántas veces estamos tan ocupados en lo que nos parece urgente, que le restamos tiempo a lo importante....
¿Y tu?...
¿Cuál es el hacha de tu vida, que no estás afilando?
Tal vez  estamos tan ocupados en querer llegar a destino, que nos olvidamos de mirar el paisaje. 
Autor desconocido
El éxito se alcanza a través de una serie de procesos aplicados con inteligencia. ¿Que quiere decir esto?.
Para poder tener éxito el primer paso es tener un objetivo, un deseo que se quiere concretar, un anhelo a alcanzar; pero con el solo deseo no basta, es necesario definir como se llegara a esa meta, cuales serán los pasos a aplicar y en que orden, pero cada paso debe ser escogido en forma inteligente, y luego el paso mas importante de todos, es la acción, sin actuar nada sera realidad.

Es acuciante determinar la finalidad de nuestras acciones, empezar cada día con un sentido de propósito, para terminar el día con un sentido de logro, de este modo cada paso se convierte en un triunfo, y cada triunfo es un éxito, pero si no se logra algún objetivo no hay que abandonar la tarea, hay que plantearse que fallo, solucionarlo y continuar, hasta finalmente alcanzar el éxito y con él, la meta propuesta.

"Si me dieran ocho horas para talar un árbol,. emplearía seis en afilar el hacha." (Abraham Lincoln)

Comunicación positiva


El infortunado plomero. 
Hoy caminando por el barrio, sentí un grito desde la altura.
Miro hacia arriba y veo un hombre al lado de un tanque de agua gritando:
-No abra el agua.
Entonces vi como un chorro de agua comienzo a salir y a chocar contra el infortunado hombre, quien con mas fuerza, y un tono de desesperación grito nuevamente:
-No abra el agua. NO ABRA EL AGUA
Cada vez con mas desesperación y mas mojado el hombre repetía lo mismo una y otra vez.
Finalmente al parecer el hombre de abajo salio y vio la situación, le dio un grito desde abajo, y el agua corto su flujo.
Me quede pensando en la valiosa lección que recibí, en muchos seminarios de comunicación eficaz en clases de administración en la universidad, etc. siempre escuche, "Siempre hablen en positivo, aun para una situación negativa".

Como seria esto, pues... es algo muy simple en realidad primero pensar claramente cual es el mensaje que se quiere transmitir, buscar una forma clara y simple de comunicarlo usando un canal adecuado a la situación.

Aplicado a esta historia lo correcto hubiera sido un mensaje como por ejemplo:

-Por favor, cierre el agua.

Es una orden positiva, expresado sin un "no" pidiendo clara y directamente lo que se quiere, meter un "no" entre frases se niega lo que se dice y el mensaje se torna confuso.

Espero que te guste este articulo y leer tus comentarios y sugerios, que seguro crean retroalimentación.

A palabras necias oídos sordos.




En un pueblo se realizó una competencia, el objetivo era llegar a lo alto de una Montaña.

La expectativa fue tal, que se junto una gran multitud en las gradas dispuestas al pie de la montaña. 

A las pocas horas de iniciada la competencia, los avances eran muy pobres, entonces la multitud creyó que nadie lograría alcanzar la cima, se comenzó a escuchar:

-¡Qué pena ! Nadie lo va a conseguir … ¡no lo van a conseguir!…y el relator de la competencia repitió lo que la multitud decía por los altavoces.
-¡Parece que los competidores no van a lograrlo, falta mucho por escalar y se nota que ya muchos no tienen energía, para llegar a la cima.Muchos competidores al escuchar esto, y ver lo que restaba de camino desistieron. Pero había uno que seguía con el mismo empeño del principio y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando:-¡Qué pena! ¡No lo va a conseguir!El relator continuo.-La cima es imposible, esta muy lejos aun, y esos competidores no parecen capaces de lograrlo.
Muchos competidores al escuchar esto, volteaban a ver las gradas, luego al objetivo y se daban por vencidos, pero había un competidor que seguía y seguía tranquilo con igual fuerza, no era el mas fuerte, ni el mas rápido, pero seguía con el mismo entusiasmo del inicio.
Pasaron horas de competencia, casi todos desistieron, pero ese Competidor, continuaba junto a unos pocos, entonces nuevamente la multitud opino.-Ya casi ninguno queda, se nota que esos no podrán, si el resto no pudo esos tampoco.Y el relator opino.-Es imposible que lleguen, todos fracasaran, no vale la pena seguir.Al escuchar estos todos los competidores excepto uno abandonaron.Y así mucha gente incluso en las gradas ya lo daban por perdido y se fueron, pero el competidor siguió y pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo.
Al bajar, todos los que se habían dado por vencidos quisieron saber como lo consiguió  cual era la clave. Al acercarse a felicitarlo y preguntarle cómo había conseguido llegar a la cima. Descubrieron que el competidor … ¡era sordo!



¡No permitas que comentarios y hábitos negativos derrumben la esperanza de tu corazón!


Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas o actitudes que te rodean. Para bien y para mal. Preocúpate por ser siempre POSITIVO.


Moraleja: ¡Oídos sordos cuando alguien te diga que no puedes realizar tus sueños!



Nunca dejes que nadie te diga que no puedes, convéncete a ti mismo, cree en ti, tu eres capaz, no dejes que aquellos que no creen que se pueda te convenzan, si prestas oídos al fracaso estas dejando que esos pensamientos negativos se filtren en ti y contaminen tus sueños. Si tu crees que se puede entonces tu puedes.



Cuando Tomas Alba Edison creo el filamento para lamparas el hizo mas de 6000 intentos hasta lograr el resultado final, trabajo con mas de 300 teorías de posibles filamentos, pero el estaba seguro de conseguirlo, es por eso que luego surgieron frases como:

"No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos"

"No solo descubrí una forma de hacer una lampara que funcione, también descubrí mas de 5000 formas de no hacer una lampara"

Se positivo, nunca dejes que te digan no se puede.

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